La Comisión asesta un duro golpe a la agricultura productiva europea

Si algo ha puesto de manifiesto  la crisis del Coronavirus que está afectado a toda Europa es el papel estratégico de nuestra agricultura y el servicio imprescindible que los productores agrarios están prestando a toda la sociedad. Sin embargo, la Comisión Europea, ajena a todo y cediendo a las presiones del lobby ecologista, presenta mañana en Bruselas dos Comunicaciones, por el momento propuestas no vinculantes, que suponen un grave e injustificado ataque a la agricultura productiva de la UE.

Fecha: 27-May-2020

Fuente: Euroganaderia

Se trata de dos iniciativas estrella del programa de trabajo de la Presidenta Ursula Von der Leyen dentro del denominado “Pacto Verde Europeo”, que pretende situar a la Unión Europea en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, en la Comunicación sobre “Biodiversidad en el horizonte 2030” y en la estrategia “De la granja a la mesa” se asesta un duro golpe a la agricultura europea hasta el punto de poner en cuestión la seguridad alimentaria de la Unión, en un momento en el que ha quedado patente el papel primordial y básico del sector agrario para el funcionamiento de la sociedad.

En estos dos documentos, preparados por la Comisión antes de que la pandemia llegara a Europa, se imponen severas limitaciones al uso de fitosanitarios, fertilizantes y antibióticos, privando a los agricultores de unas  herramientas esenciales para garantizar la salud de los animales y los cultivos.  Se trata de una política regresiva que pone en peligro nuestra independencia alimentaria y que es totalmente contraria a la que siguen otras potencias alimentarias mundiales.

La Comisión plantea, según los últimos borradores conocidos, una serie de condicionantes como son el que se amplíe la superficie de agricultura ecológica hasta el 25% de la superficie agraria total de la  UE para el año 2030, así como que el 10% de las tierras agrarias se destinen a elementos no productivos; que se reduzca el uso de abonos en un 20% y el de fitosanitarios  en un 50%. También se  abre la posibilidad de incrementar las zonas incluidas en Red Natura 2000, con las limitaciones que de ello se derivan para la actividad agrícola y ganadera. Un autentico desarme de la agricultura y un cambio de papel para  los productores agrarios que se convertirán en meros jardineros de Europa.